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Pemex baja producción

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En octubre, entre la petrolera estatal y las privadas extrajeron un millón 787 mil barriles diarios de hidrocarburos líquidos, 6.82% menos que en el mismo mes de 2023

Mientras que la producción de hidrocarburos líquidos extraídos por operadores privados en octubre de 2024 tuvo un incremento de 5.94 por ciento al sumar 103 mil barriles diarios, respecto de los 97 mil barriles reportados en el mismo mes del año anterior, la producción de Pemex cayó 7.51 por ciento al sumar un millón 684 mil barriles diarios en el décimo mes de 2024, respecto al mismo periodo del año pasado, cuando obtuvo un millón 821 mil barriles.

En total, la producción nacional de hidrocarburos líquidos, que contempla la hecha por Petróleos Mexicanos (Pemex) y privados, fue de un millón 787 mil barriles diarios en octubre, lo que representó una caída de 6.82 por ciento frente al mismo mes del año pasado, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH). Desde octubre de 2021, la extracción de crudo y condensados líquidos no había sido inferior al millón 800 mil barriles diarios mensuales.

Los datos de la CNH indican que, respecto del mes inmediato anterior, la producción total entre Pemex y privados disminuyó 1.89 por ciento, pues en septiembre de 2024 fue de un millón 822 mil barriles diarios. La producción solo de Pemex cayó 1.69 por ciento entre septiembre y octubre de 2024, ya que el mes inmediato anterior su producción fue de un millón 713 mil barriles. Mientras tanto, la de los privados fue 4.96 por ciento menor en octubre que en septiembre, pues en el mes inmediato anterior los privados lograron 109 mil barriles diarios.

Pemex aporta el 94.24 por ciento de la extracción nacional de hidrocarburos líquidos en México, mientras que las firmas privadas participan con el 5.76 por ciento del total.

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Los que más extraen

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Cuatro petroleras privadas extranjeras acumularon en octubre el  85% de la producción de hidrocarburos líquidos correspondiente a contratos de particulares con la CNH.

En su reporte de noviembre de 2024 con corte al mes de octubre de 2024, la CNH, detalló que en conjunto, esos cuatro operadores produjeron 88 mil cien de los 103 mil barriles diarios.

La producción de Eni fue de 44 mil cien barriles diarios; la de Hokchi Energy, de 20 mil 600 barriles diarios; la de Perenco México, de 15 mil barriles y la de Fieldwood Energy México, de ocho mil 400 barriles diarios.

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Pese a limitado presupuesto, SEP ve buen futuro para CTI

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A pesar de que el limitado presupuesto asignado a la CTI para 2025 refleja que el gobierno de Claudia Sheinbaum no tiene entre sus prioridades revertir la tendencia al déficit que ha mostrado la asignación de dinero del erario a la creación de conocimiento científico, Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación Pública, celebra que la mexicana sea la única presidenta científica en el mundo.

“Evidentemente entiende lo que está pasando en el mundo, y una de sus primeras propuestas es la secretaría dedicada a la ciencia y el conocimiento. El futuro de los países va a depender de eso; tenemos que prepararnos para ello. Por eso la Dra. Sheinbaum ha propuesto, y les pido su apoyo en la Ley de la Administración Pública Federal, para que pueda exitosamente crearse esta Secretaría”, dijo Delgado Carrillo ante los diputados federales que integran la comisión de Educación, durante la sesión en la que fue instalada dicha Comisión.

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Relegan a CTI, Peña AMLO y CS

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Desde 2012, la AMC ha presentado propuestas para una política científica y tecnológica de largo plazo; sin embargo, no ha sido escuchada.

Por tercer sexenio consecutivo, desde el gobierno de Enrique Peña Nieto hasta el recién iniciado de Claudia Sheinbaum, pasando por el de Andrés Manuel López Obrador, la Academia Mexicana de Ciencias ha insistido en que las conclusiones de los múltiples foros realizados entre científicos de todo el País desde hace por lo menos doce años, se tomen en cuenta en el diseño de las políticas públicas en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación. Hasta ahora, sus exhortos han sido infructuosos.

En 2012, bajo el auspicio de la UNAM, se realizó un primer esfuerzo para construir una agenda nacional en CTI en el que participaron cerca de 120 representantes de 64 organizaciones del sector, incluidas instituciones de educación superior, centros de investigación, academias, asociaciones, cámaras y líderes empresariales, así como algunos sectores gubernamentales.

“El resultado”, recuerda la AMC, fue el documento “Hacia una Agenda Nacional en Ciencia, Tecnología e Innovación 2012” que se entregó al entonces presidente electo Enrique Peña Nieto, y cuya propuesta principal era la misma que hoy: “Hacer del conocimiento y la innovación una palanca fundamental para el crecimiento económico sustentable de México, que favorezca el desarrollo humano, posibilite una mayor justicia social, consolide la democracia y la paz, y fortalezca la soberanía nacional”.

Posteriormente, en 2018, se realizó un segundo ejercicio de reflexión y concertación que, con una participación aún más importante, reiteró la propuesta de 2012 y la profundizó en diversas dimensiones. El resultado de esta deliberación se plasmó en el documento “Hacia la consolidación y desarrollo de políticas públicas en ciencia, tecnología e innovación. Objetivo estratégico para una política de Estado 2018-2024”, el cual se entregó al presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

En 2018, las autoridades designadas por el entonces Presidente López Obrador para encabezar el CONACYT tenían ideas diferentes y adoptaron diversas medidas para modificar el rumbo. Se trataba, según lo estableció el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2024 (PECITI), de “impulsar un cambio de paradigma en la política de CTI” con base en “el avance del conocimiento y el cambio tecnológico de vanguardia, siempre anteponiendo la defensa del interés público, el bien común y la recuperación de la rectoría del Estado en el trazado de las vías del desarrollo nacional prioritarias y estratégicas”.

Para ello, recuerda la AMC, se establecieron seis objetivos prioritarios: fortalecimiento de la comunidad científica; impulso a la generación de conocimiento de vanguardia y la ciencia de frontera con investigaciones de carácter inter, multi y transdisciplinario; establecimiento de los programas nacionales estratégicos; desarrollo de la transferencia de tecnologías de vanguardia; promoción del acceso universal al conocimiento y sus beneficios; y generación de información y perspectiva científica con impacto social.

Con base en el PECITI 2021-2024, se realizaron varias acciones, entre otras: se establecieron diez Programas Nacionales Estratégicos; se reformó en varias ocasiones el estatuto y el reglamento del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII) así como sus criterios y mecanismos de evaluación; se dio una nueva orientación al posgrado y se modificaron las prioridades y el enfoque de sus becas; se extinguieron los fideicomisos, tanto del CONACYT como de los Centros Públicos de Investigación (y con ello se perdió la multianualidad de los apoyos a la ciencia); y se elaboró una nueva Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (LGHCTI) que incluye un nuevo modelo de gobernanza para el sistema CTI.

Para la AMC, “es demasiado temprano para evaluar los resultados y efectos de este conjunto de acciones, muchas de las cuales han generado debate e inquietud entre la comunidad de CTI. Durante los foros, algunos miembros de la AMC expresaron, en particular, su preocupación por el modelo altamente centralizado que contiene la LGHCTI, por las diferencias que se hace entre instituciones públicas y privadas, así como por el abandono de la política de vinculación e innovación entre la academia y el sector productivo”.

En 2023, la ACM designó a una comisión de sus miembros para preparar una nueva propuesta para contribuir al diseño de una política de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) para los siguientes 25 años.

El trabajo de dicha comisión fue enriquecido con las aportaciones de miembros de la AMC a través de cuatro foros virtuales celebrados en Noviembre y Diciembre de ese año, en los que, nuevamente, participaron miembros de la AMC de todo el País y muy diversos campos del conocimiento, desde la Óptica, las Matemáticas, la Inteligencia Artificial, la Medicina, hasta la Economía y la Sociología.

En 2024, la ACM presentó tanto al gobierno saliente como al entrante de Claudia Sheinbaum, su nueva propuesta que, a juzgar por el bajo presupuesto asignado a CTI para el año 2025, sigue sin ser escuchada pese a tener bases constitucionales.

“Esta Academia toma como punto de partida el texto del Artículo 3 Constitucional que establece el derecho de todas las personas a gozar de los beneficios del desarrollo de la ciencia y la innovación tecnológica. Para ello, dice la Constitución, el Estado debe apoyar la investigación e innovación científica, humanística y tecnológica, y proveer recursos y estímulos suficientes conforme las bases de coordinación, vinculación y participación que establezcan las leyes en la materia. Además, se reconoce constitucionalmente que el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, debe estar integrado por los sectores públicos, social y privado”, señala el documento entregado por la ACM a los gobiernos de la llamada Cuarta Transformación.

En sus conclusiones, la comunidad científica hace un llamado a las autoridades de todos los niveles a acatar el Artículo 73 Fracción XXIX F de la Constitución, en el sentido de que el sistema nacional de CTI debe articular adecuadamente a la comunidad científica, tecnológica y de innovación, a los gobiernos estatales y federal, al sector productivo y al sector social.

Para ello, es necesario que el Estado Mexicano genere políticas públicas que estimulen y promuevan la colaboración entre las universidades y los centros de investigación, públicos y privados, con los diferentes sectores productivos y sociales de nuestro país”, resume.

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