La energía renovable, el lado esperanzador de la crisis
Mientras la industria de los combustibles fósiles está siendo golpeada a causa de la crisis causada por el COVID-19, las energías renovables han alcanzado su punto de máxima rentabilidad, de acuerdo con un nuevo informe publicado este miércoles por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
En dicho informe se analiza la inversión en renovables en el último año, destaca que estas tecnologías han probado ser más rentables que nunca antes y las sitúa en el centro de la recuperación tras el coronavirus. La compañía Kaiserwetter considera que la transformación de datos no estructurados en inteligencia accionable está impulsando una producción de renovables cada vez más rentable y eficiente.
La irrupción del coronavirus ha golpeado duramente el sector de los combustibles fósiles al provocar una bajada de su consumo. Por el contrario, el sector de las renovables no sólo ha logrado una gran resistencia a la crisis, sino que, según el informe de la ONU Tendencias globales en la inversión en energías renovables 2020, vive su momento de máxima rentabilidad y es una de las inversiones “más inteligentes y rentables” del momento.
“Con ayuda de la digitalización del sector, y el impulso a la inversión de capital, es la oportunidad definitiva para situar a las renovables en el centro de los planes de recuperación y avanzar hacia el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París”, añaden desde Kaiserwetter, compañía que ha analizado este nuevo informe, realizado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Centro de Colaboración de la Escuela de Frankfurt-PNUMA y la BloombergNEF.
“La conclusión es clara: la energía renovable es más rentable que nunca, un impulso que deben aprovechar países y empresas de todo el mundo para priorizar las energías limpias por encima de las fósiles”, indican desde Kaiserwetter. No obstante, el documento señala que las inversiones planificadas para 2030, de alrededor de un billón de dólares, están por debajo de los 2,7 billones comprometidos en favor de las energías renovables en la década pasada.
Todo ello hace que el sector de la energía renovable esté avanzando hacia un nuevo futuro más resistente a amenazas externas, más inteligente, más eficiente y más fiable. Un empujón que, con la ayuda de los gobiernos, puede estimular la economía tras la crisis y empujar el cumplimiento de los objetivos de 2030 y el Acuerdo de París.
“Cada vez son más las voces que piden a los gobiernos usar los planes de recuperación pos-COVID-19 para crear economías sostenibles. Esta investigación demuestra que la energía renovable es una de las inversiones más inteligentes y rentables que podemos impulsar”, dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.