Energía
Sheinbaum: Gas Bienestar tuvo cosas buenas

Claudia Sheinbaum hizo una pausa para mirar atrás y rescatar lo positivo de una de las apuestas más polémicas de la administración anterior y pondera la presidenta Sheinbaum: Gas Bienestar tuvo cosas buenas. Abrió así un espacio para reflexionar sobre la necesidad de ajustar, no abandonar, uno de los proyectos energéticos impulsados por el Estado en la administración. Energía y Ecología te trae los detalles.
La historia breve de un proyecto ambicioso
Gas Bienestar nació en 2021 como respuesta a la volatilidad de los precios del gas licuado de petróleo, o gas LP y al dominio de empresas privadas en la distribución. Su promesa era simple: cilindros de gas más baratos y servicio confiable, operado por Petróleos Mexicanos. Sin embargo, la ejecución se topó con retos logísticos, costos crecientes y resistencia de distribuidores privados.
Sheinbaum recordó que, pese a las críticas, hubo aprendizajes en el camino: la capacidad del Estado para intervenir en sectores estratégicos y la urgencia de un modelo más competitivo.
Sheinbaum: Gas Bienestar tuvo cosas buenas
Al reiterar que Sheinbaum: Gas Bienestar tuvo cosas buenas, la mandataria deja establecidas dos cosas: primero, que los errores no invalidan el propósito; segundo, que el Estado no debe abandonar su papel como regulador y proveedor en un mercado que toca la vida cotidiana de millones de familias.
La frase también abre la puerta a más posibilidades, aprovechar la experiencia para diseñar esquemas que sin dejar de lado la rectoría estatal encuentren caminos para beneficiar a la población de formas eficientes.
Lecciones para la política energética
La reflexión de Sheinbaum conecta con la visión de la Secretaría de Energía (SENER), que en los últimos meses ha puesto énfasis en garantizar un acceso equitativo y seguro al gas y a la electricidad. El caso de Gas Bienestar se vuelve un laboratorio: muestra lo difícil que es equilibrar eficiencia, competencia y justicia social en un solo programa.
Además, plantea una pregunta inevitable: ¿debe el Estado seguir intentándolo con nuevos esquemas o limitarse a vigilar al mercado privado?
Entre la regulación y la seguridad ambiental
Otro punto clave es que cualquier futuro proyecto de distribución de gas tendrá que pasar por la lupa de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). Las normas ambientales y de seguridad hoy son más estrictas, y eso redefine los márgenes de acción para Pemex y otras empresas.
Lo que sigue para el gas en México
Aunque el programa de Gas Bienestar se redujo a unas pocas colonias de la Ciudad de México, su impacto simbólico sigue pesando. Sheinbaum reconoce que no se trata de volver al pasado, sino de rescatar lo útil y evitar repetir fallas. En otras palabras, mirar lo bueno y volverlo viable.
La posibilidad de reactivar el modelo, como se ha sugerido en los últimos meses, dependerá de ajustes operativos y de una mejor coordinación con Pemex. Pero lo cierto es que la discusión ya no se centra en si funcionó o no, sino en cómo aprovechar la experiencia para construir una política energética más sólida.
Seguir adelante
Al admitir que Sheinbaum: Gas Bienestar tuvo cosas buenas, la presidenta abrió un espacio de honestidad política poco común: reconocer fallos, pero también aprendizajes. En esa línea, el futuro de la energía para consumo popular en México dependerá de usar cada intento como un peldaño hacia un sistema más justo y eficiente.
Energía
Sector Eléctrico: a punto del despegue

El futuro energético de México está en un punto de quiebre: la demanda crece, la industria exige más confiabilidad y el marco legal se ajusta para responder. Todo apunta a que el Sector Eléctrico: a punto del despegue será uno de los protagonistas de la transformación económica de esta década. Energía y Ecología te trae los detalles.
El contexto de un cambio inevitable
Durante años, la narrativa energética en México giró alrededor de la dependencia del petróleo. Sin embargo, los últimos movimientos muestran que la brújula apunta hacia un modelo donde la electricidad se convierte en el corazón del desarrollo económico y social. La industria demanda más suministro y el gobierno responde con ajustes en la Ley del Sector Eléctrico (LSE), que cubre los vacíos con que contaba la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), que buscan dar certidumbre jurídica al crecimiento.
Sector Eléctrico: a punto del despegue
Las cifras de nuevas inversiones en parques solares, eólicos y almacenamiento en baterías confirman que el Sector Eléctrico: a punto del despegue vive su momento más dinámico en décadas. Se estima que, para 2030, la participación de estas fuentes se multiplique, en línea con las metas internacionales de reducción de emisiones.
Pero el despegue también significa retos: infraestructura que necesita modernizarse, marcos regulatorios que deben afinarse y una planeación que asegure no solo generación, sino también transmisión y distribución a gran escala.
El papel de las instituciones clave
La Secretaría de Energía (SENER) ha asumido un rol estratégico al delinear políticas públicas que buscan equilibrar la demanda creciente con el compromiso de sustentabilidad. En paralelo, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mantiene la tarea de garantizar el acceso, sobre todo en regiones donde la inversión privada avanza lentamente. Este doble marco —el que marca el rumbo y la empresa estatal que asegura la cobertura— es la columna vertebral que sostiene la confianza de los inversionistas y del propio sector industrial.
Entre el boom industrial y la transición
La expansión del nearshoring ha traído consigo un aumento inédito de consumo eléctrico en parques industriales y corredores logísticos. De acuerdo con estimaciones recientes, el país necesitará duplicar su capacidad instalada en menos de una década. Es aquí donde el despegue eléctrico se cruza con la transición energética: el crecimiento ya no puede pensarse sin energías limpias.
Algunos analistas comparan este momento con los primeros pasos de la aviación: mucha expectativa, grandes riesgos, pero también la posibilidad de cambiar la historia. Y en ese escenario, México se enfrenta a la urgencia de cumplir compromisos internacionales para reducir gases de invernadero, sin frenar su desarrollo económico.
Mejoras a la política energética
El sector ya no se define únicamente en términos de generación, sino en la capacidad de responder a un país que se industrializa y exige más energía que nunca. El relato del futuro eléctrico es también social: comunidades que esperan beneficios, consumidores que reclaman tarifas justas y un Estado que se debate entre soberanía y apertura.
La transformación está sucediendo
El Sector Eléctrico: a punto del despegue con reformas a las leyes que buscan establecer un orden, instituciones que refuerzan su papel estratégico y un país que demanda energía con urgencia, lo eléctrico es por lo tanto la apuesta más clara para nuestro futuro inmediato.
Energía
Gobierno federal presenta nuevas normas mexicanas para el transporte de gas LP

El gobierno federal presentó este jueves las nuevas normas mexicanas para el transporte de gas LP, una medida que busca reforzar el control y la seguridad en el sector energético tras la explosión ocurrida en Iztapalapa el pasado 10 de septiembre. Energía y Ecología MX te trae la información.
Las disposiciones, contenidas en las normas de emergencia NOM-EM-006-ASEA-2025 y NOM-EM-007-ASEA-2025, serán publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 3 de octubre. Fueron diseñadas por la Secretaría de Energía (Sener) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), con apoyo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).
¿De qué tratan las nuevas normas mexicanas para el transporte de gas LP?
La NOM-EM-006-ASEA-2025 establece medidas específicas para el transporte de gas LP, mientras que la NOM-EM-007-ASEA-2025 regula la distribución del combustible. Ambas complementan el marco legal existente, pero con estándares más estrictos de seguridad y operación.
Entre los cambios destacan la obligatoriedad de inspecciones técnicas reales y dictámenes avalados por ASEA, así como pruebas de presión hidrostática periódicas para los contenedores.

¿De qué tratan las nuevas normas mexicanas para el transporte de gas LP? (imagen generada con IA)
Inspecciones y control de velocidad
Las unidades deberán contar con gobernadores de velocidad y sistemas de monitoreo satelital en tiempo real, con un centro de control operado directamente por la Secretaría de Energía. Además, se fijaron plazos de cumplimiento: 4 meses para unidades con más de 10 años de antigüedad y 6 meses adicionales para el resto.
Mantenimiento y capacitación obligatoria
Las empresas transportistas tendrán que demostrar de manera documental el cumplimiento de programas de mantenimiento. También se impone capacitación técnica y práctica obligatoria para conductores, avalada por el Consejo Nacional de Normalización, que abarque manejo vehicular, seguridad industrial y transporte de sustancias peligrosas.

(imagen generada con IA)
Respuesta a la tragedia de Iztapalapa
La explosión de una pipa de gas LP en el Puente de La Concordia, que dejó 31 personas fallecidas y decenas de heridos, motivó el endurecimiento regulatorio. Las investigaciones determinaron que la velocidad excesiva fue determinante en el accidente, lo que llevó al gobierno federal a establecer un esquema integral de supervisión.
Contemplan nuevas normas mexicanas para el transporte de gas LP Monitoreo digital y trazabilidad
Las normas se complementan con el uso obligatorio de códigos QR en todas las pipas de gas LP. Este sistema permite verificar permisos en tiempo real, asegurar la trazabilidad del combustible y facilitar la inspección ciudadana y gubernamental.

Contemplan nuevas normas mexicanas para el transporte de gas LP Monitoreo digital y trazabilidad (imagen generada con IA)
Impacto en el sector energético
La emisión de estas nuevas normas mexicanas para el transporte de gas LP marca el cambio más drástico en la regulación de combustibles en México. Con ellas, se busca garantizar la seguridad de operadores, población y plantas de distribución, bajo estándares más estrictos de seguridad industrial y operativa.
Con esta estrategia, el gobierno federal apunta a reducir riesgos de accidentes mayores y fortalecer la confianza ciudadana en la cadena de suministro de gas LP.
Energía
PEMEX explora las energías limpias como estrategia nacional

La petrolera nacional ha dado señales de un cambio histórico: PEMEX explora las energías limpias como parte de una estrategia que busca equilibrar tradición e innovación en el sector energético nacional mientras sale adelante. Energía y Ecología te trae los detalles.
Entre el petróleo y el sol: la encrucijada de PEMEX
El camino de Petróleos Mexicanos (PEMEX) siempre ha estado marcado por el crudo, pero la presión global, los compromisos ambientales y, hay que decirlo, el decline de los pozos más importantes del país, empujan a la empresa a mirar más allá. En informes recientes, la compañía reconoció que la demanda internacional exige pasos firmes hacia una diversificación energética que, hasta hace pocos años, parecía impensable.
De los proyectos que hoy aparecen en la mesa destacan planes piloto de electrificación, exploración de biomasa y un interés creciente en la energía solar. No se trata de abandonar el petróleo de golpe, sino de responder con pragmatismo a la ola mundial de innovación que se refleja en movimientos culturales como el Solarpunk, donde la tecnología y la sostenibilidad caminan de la mano.
PEMEX explora las energías limpias con proyectos concretos
En comunicados oficiales de 2025, la empresa anunció la inclusión de fuentes limpias en su mix energético, con la meta de reducir de manera progresiva los gases de invernadero. La narrativa institucional habla de responsabilidad, pero también de necesidad: la transición no es un lujo, sino una condición para seguir jugando en los mercados internacionales.
Al mismo tiempo, la apuesta tiene un fuerte contenido político. México necesita mostrar liderazgo frente a socios comerciales que ya fijaron plazos para la descarbonización. Al incorporar energías solares y eólicas en sus planes, PEMEX no solo gana tiempo: también ofrece una señal de apertura hacia un futuro energético que la sociedad reclama con urgencia.
La transición energética y sus tensiones
La transición energética en México tiene un sabor particular. No se trata solo de instalar paneles o turbinas, sino de resolver un dilema cultural: cómo transformar a una petrolera símbolo de soberanía nacional sin traicionar su historia.de manera efectiva.
Ahí radica lo complejo del cambio. Mientras las generaciones más jóvenes piden un giro acelerado hacia las renovables, los sectores tradicionales del país temen perder empleos y estabilidad económica. PEMEX debe caminar sobre esa delgada línea, brindar la energía que requiere el país sin romper con el imaginario colectivo que la asocia con el auge petrolero del siglo XX.
Lo que está en juego
La pregunta ya no es si México puede prescindir del petróleo, sino cuándo y cómo. Con su nuevo discurso, PEMEX explora las energías limpias y reconoce que el tiempo apremia. El reto es no quedar a medio camino, atrapado entre la presión internacional y la nostalgia nacional.
Más allá de cifras, se trata de un cambio de relato: del petróleo como destino inevitable, hacia un horizonte donde la energía solar y eólica puedan convivir con los últimos años del oro negro. Como en toda transición, habrá contradicciones, pero también oportunidades.
- Energía4 meses
México necesita 3 mil gasolineras más para cubrir demanda
- Energía4 meses
Grupo Iconn adquiere operaciones de Shell Mobility en México
- Energía4 meses
Crudo mexicano repunta tras decisión de OPEP+ y veto de EU a Chevron
- Energía4 meses
ASEA lanza nuevo esquema para simplificar trámites en sector energético
- Energía4 meses
OPEP+ extiende recortes de producción petrolera hasta 2026
- Energía4 meses
Gasolinas seguirán sin estímulo fiscal en primera semana de junio
- Energía4 meses
Sin estímulo fiscal: gasolina y diésel se mantienen con IEPS completo por séptima semana
- Energía4 meses
Trascienden nombramientos internos de Pemex por trabajos de reestructuración