Francia pide a ciudadanos reducir el consumo de energía
Autoridades gubernamentales y altos dirigentes energéticos franceses lanzan un mensaje apelando a la solidaridad ciudadana ante la irrevocable escalada de precios de la energía que va a provocar —o que ya está provocando, más bien— la guerra en Ucrania.
Porque, aunque los franceses estén protegidos este año por un “escudo tarifario” que ha impedido que su factura de la luz se duplique, de seguir la crisis el invierno próximo “podría faltar gas”, ha advertido la directora general de la energética Engie, Catherine MacGregor. Gestos sencillos como bajar levemente la calefacción, podrían ayudar, ha coincidido con el ministro de Economía, Bruno Le Maire.
“No sería nada desdeñable”, dijo MacGregor ante una pregunta en la emisora France Info sobre la utilidad o no de bajar un grado la temperatura en los hogares. “Es el equivalente a 12-15 buques de metano que llegaran a Francia”, ejemplificó. “Todos debemos hacer un esfuerzo”, coincidía casi a la misma hora Le Maire en otra cadena, BFMTV.
Se trata de una medida evocada ya por la Agencia Internacional de la Energía (AIE), que la incluía la semana pasada en sus 10 propuestas para reducir rápidamente la dependencia europea del gas ruso, que supone el 45% de sus importaciones y el 40% de su consumo total, recuerda la Agencia France Presse.
Según el organismo internacional, una bajada de los termostatos representaría una disminución de casi 10 millardos metros cúbicos (bcm) menos por grado de bajada en el termostato de la calefacción.
La máxima responsable del gigante energético Engie subrayó que la escasez de gas no es inmediata, dado que Europa está saliendo ya del invierno, sino un “escenario extremo” que se plantea de cara a la próxima temporada, ya que las reservas de gas se recuperan en la primavera y el verano. No obstante, reconoció, no está de más pensar en “medidas que podrían limitar la demanda” más allá de la bajada de los radiadores, mientras los gigantes energéticos, añadió, “trabajamos sobre la oferta para intentar diversificar nuestras fuentes de aprovisionamiento”.
En este sentido, MacGregor insistió en que “hay que acelerar el biometano y las energías renovables”, fuentes de energía que “espera” que la sociedad “mire de otra manera”, agregó en referencia velada a las críticas que los molinos eólicos suscitan en parte de Francia.
“Todos tenemos que tener conciencia de que entramos en un mundo diferente, que hay que acelerar la independencia de las energías fósiles”, coincidió también Le Maire. “Si hay algo positivo a sacar de esta crisis (…) es lograr nuestra independencia total en materia energética y ser mucho menos dependientes de las energías fósiles”, insistió.