Rusia y su poder energético
Rusia exporta la mayor parte de su petróleo, ya que solo consumen diariamente cerca de 3 mbd, quien más le compra es China, Alemania, Holanda, Polonia e Italia
Abel Cancino Elias (1)
La guerra entre Rusia y Ucrania que comenzó a finales de febrero de este año se prevé no será rápida, a pesar de los esfuerzos internacionales (principalmente por parte la Organización de las Naciones Unidas), por lo que a la confrontación militar hay que sumarle sanciones económicas y variables geoestratégicas, entre ellas la energética. Por lo tanto, es importante dar algunos elementos para entender el poder energético ruso, particularmente en materia de petróleo y gas natural, así como las alternativas que está planteando la Unión Europea para ir cortando la dependencia energética y los efectos de la guerra en la economía mundial.
Rusia produce más de 10 millones de barriles diarios (mbd), solo por debajo de Estados Unidos (que consume la totalidad de su petróleo) y Arabia Saudita (que destina la mayor parte de sus exportaciones al mercado asiático, principalmente: China, la India, Corea del Sur y Japón). Por su parte, Rusia exporta la mayor parte de su petróleo, ya que solo consumen diariamente cerca de 3 mbd, quien más le compra es China, Alemania, Holanda, Polonia e Italia.
(GRÁFICO 01)
Fuente: Elaboración propia con base a los datos Statiscal Review of Word Energy
https://www.bp.com/en/global/corporate/energy-economics/statistical-review-of-world-energy.html
Rusia en cuanto al gas natural es aún más fuerte, ya que es el segundo productor a nivel mundial, solo por debajo de Estado Unidos (que de igual forma destina casi la totalidad a su consumo interno). La dependencia al gas ruso por parte de países europeos es enorme de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía: Alemania 43%, Italia 30%, Turquía 16 %, Países Bajos 15%, Hungría 12 % y Polonia 9.6%.
(GRÁFICO 01)
Fuente: Elaboración propia con base a los datos Statiscal Review of Word Energy
https://www.bp.com/en/global/corporate/energy-economics/statistical-review-of-world-energy.html
El apoyo de la Unión Europea (así como de Estados Unidos) a Ucrania es claro, por lo que ha implementado cuatro series de sanciones contra Rusia (que se suman a las ya existentes desde el 2014, tras la anexión de Crimea), con el objetivo de estrangular la economía rusa, sus finanzas, su tecnología y la clase política. En materia energética se busca cortar la dependencia, por medio del plan REPower EU, que es una medida conjunta para lograr una energía más segura, limpia y autosuficiente para el 2030.
El plan RePower EU busca que los países miembros de la Unión Europea estén obligados a tener almacenados niveles de 90% de gas natural en el otoño, antes de la llegada del invierno. Al mismo tiempo aumentar los flujos de hidrocarburos por parte de nuevos proveedores como Noruega, Argelia, Azerbayan, Qatar, Australia y Estados Unidos. En materia de producción de electricidad aumentar los niveles de todas las fuentes entre ellas el carbón y energías renovables.
Los efectos de la guerra son enormes en materia económica y financiera. De acuerdo con la Organización Internacional para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), se calcula la caída del Producto Interno Bruto (PIB) de Rusia en 10% y un aumento de la inflación en más del 20 %, provocando una estanflación durante un tiempo prolongado, la caída de bolsa de valores en un 35% y la depreciación del rublo en más del 60%. Por el otro lado, la Unión Europea también enfrenta las consecuencias por lo que el Banco Central Europeo ha tenido que aumentar las tasas de interés como respuesta al aumento de la inflación y una caída del PIB aproximadamente del 3%. A nivel global el precio del barril de crudo esta por arriba
de los 100 dólares por lo que inflación ha aumentado; según el reporte de perspectivas del Fondo Monetario Internacional proyecta que el crecimiento mundial se desacelere del 6.1 por ciento estimado para 2021 a 3.6 por ciento en 2022 y 2023; es decir, 0,8 y 0,2 puntos porcentuales menos que lo previsto en enero.
El mundo está viviendo en distintas proporciones los efectos de la guerra, bajo una ecuación de suma cero, cada una de las partes apostando a sus fortalezas. Por un lado, una Unión Europea presionando para estrangular la economía rusa e intentando cortar su dependencia energética. Por el otro lado, Rusia con un pie en Europa apostando a la resiliencia de su población y el aumento de la popularidad de Vladimir Putin, que para inicios de abril ya se encontraba por arriba del 80%, vale la pena preguntarnos en un mundo globalizado y a la luz del conflicto ¿quién necesita más a quién? y ¿quién es capaz de resistir más los efectos de la guerra?
(1) Licenciado en Relaciones Internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México, con estudios sobre América del Norte por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte y Análisis Político Estratégico por el Centro de Investigación y Docencia Económicas.