Opinión: La embestida de las renovables en México por Edgar Ocampo
Los nuevos proyectos de energías renovables tendrán que ir integrándose de forma gradual en los nodos en donde no exista congestión y no causen desequilibrios por las súbitas variaciones. Recientemente, el Instituto de la Américas, publicó un reporte titulado “The Economic and Strategic Arguments for Renewable Energy in Mexico”, que en español significa; Argumentos Estratégicos y Económicos en favor de la Energía Renovable en México, en donde advierten de un cambio radical en la actual política energética de México, con respecto a la que aplicaron las anteriores administraciones. En el reporte del Instituto de las Américas se acusa a México de oponerse a las energías renovables y estar orientado la política energética al sector hidrocarburos. Textualmente, el reporte indica que “el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha denigrado públicamente la energía eólica y tiene un obsesivo interés por los hidrocarburos” Es importante señalar que el Instituto de la Américas es un “Think Tank” norteamericano que históricamente ha jugado un rol de injerencia en países de Latinoamérica, haciendo cabildeo para tratar de imponer una política energética alineada a la lógica de inversiones estratégicas de los Estados Unidos. El señalamiento que hace el reporte del Instituto de las Américas es tendencioso y sesgado porque trata de construir una visión de las renovables que ni siquiera existe en los Estados Unidos. En el país vecino del norte, la política energética no se ha caracterizado por el abandono del uso de los hidrocarburos para hacer una transición a energías renovables, muy al contrario, la explotación del petróleo y gas natural de Lutitas (shale oil & gas) se ha beneficiado del soporte del gobierno de Donald Trump y de una ayuda financiera, casi ilimitada, de los grandes fondos de inversión, que aportaron unos 85,000 millones de dólares a ese sector en 2019. En cambio, el sector de energías renovables sólo recibió inversiones por 55,000 millones de dólares en ese mismo año. El resto del sector petrolero norteamericano, enfocado en recursos convencionales, realizó inversiones en 2019 por más 150,000 millones de dólares en exploración, producción, refinación, petroquímica y ductos, por lo que el monto total dedicado al sector de hidrocarburos en Estados Unidos superó los 235,000 millones de dólares en 2019.
(AQUÍ VA EL GRÁFICO)
Lámina 1. Montos de inversión destinados al sector hidrocarburos
El reporte del Instituto de las Américas también insinúa, de forma sesgada, que el Acuerdo del CENACE para la Confiabilidad del Sistema, persigue favorecer a las centrales de generación eléctrica convencional como las de gas natural, nuclear, combustóleo y carbón en detrimento de las energías renovables, sin mencionar que en estos momentos, México enfrenta una disrupción en el sistema eléctrico, derivada de las medidas que se tomaron para contener la propagación del Covid-19, y que provocaron la disminución diferenciada de la demanda nacional de electricidad. Al disminuir la demanda de electricidad nacional, la participación de las fuentes renovables aumenta sensiblemente en proporción, por lo que las súbitas variaciones de viento o de sol, crean un mayor impacto sobre las redes de transmisión. Es importante señalar, que este es un problema que también has enfrentado otros países y no es un problema exclusivo de México. En varios países europeos, que vieron disminuida su demanda eléctrica por el Covid-19, la participación de las renovables se volvió más importante y, por lo tanto, más difícil de manejar. En Bélgica por ejemplo, el operador de la red ELIA tuvo que sacar de operación, el 13 de abril de 2020, un día con excelentes condiciones de viento, alrededor de 900 MW de eólica, porque colapsaron el mercado spot a terreno negativo, llegando a -91 euros el MWh. Alemania es el país que más está sufriendo esta situación por la baja demanda de electricidad, ya que su capacidad de generación con eólica es de 60 GW, su capacidad solar es de 50 GW y la demanda sólo absorbe 60 GWh en promedio. Cuando hay buenas condiciones de viento y de sol en Alemania, se genera un exceso de electricidad que desequilibra las redes y los mercados. La experiencia internacional indica que las súbitas variaciones, hacia abajo o hacia arriba, de la generación renovable, crea fuertes disrupciones en los mercados eléctricos, y en estos momentos de confinamiento, un evento de esa naturaleza podría provocar un apagón, lo que sería catastrófico para el país. Así mismo, el reporte del Instituto de las Américas acusa de un cambio en las reglas del mercado eléctrico en México, pero omite señalar que otros países ya han hecho lo mismo, como en Polonia, Francia, España y Alemania, que han modificado leyes y reglamentos del sector eléctrico para ordenar y limitar la expansión excesiva y caótica de las energías renovables, y que esas modificaciones ahora están dificultando su incorporación a la red eléctrica europea. Los miembros de la Unión Europea, además, acaban de rechazar un programa de acciones en favor de las energías renovables porque consideran que podría obstaculizar a futuro la construcción de nuevas centrales de gas natural, nuclear y de carbón. Polonia impuso en 2016, una nueva norma para la eólica, que fue fuertemente criticada como “arbitraria y absurda” por el lobby renovable polaco. Esa norma técnica obliga a instalar las turbinas eólicas a una distancia horizontal, con respecto a las viviendas cercanas, igual o superior a 10 veces la altura vertical del equipo con todo y aspas. Eso ocasionó una enorme reducción de las zonas disponibles en las que ahora se pueden instalar turbinas, dada la dispersión urbana del país que cuenta con cientos de comunidades diseminadas en todo el territorio. La medida fue tomada por el gobierno polaco en vista de la gran oposición social que surgió en Alemania y en otros países europeos en contra de la energía eólica, por las perturbaciones que causan a la población, estas gigantescas máquinas.
Por su parte, Alemania, introdujo en 2016, cambios en las leyes que subvencionaban la expansión de las energías renovables, eliminando subsidios directos a la energía eólica y solar. El cambio de las reglas ha puesto en peligro a esas industrias, poniendo en riesgo miles de empleos del sector renovable alemán, al parecer la creación de empleos de las renovables fue muy efímera en ese país. En España, la euforia por instalar parques renovables (eólicos y solares) generó una burbuja especulativa de solicitudes de permisos para interconexión que comenzó a tomar dimensiones desproporcionadas con respecto a la capacidad de electricidad que la red podía absorber. El fenómeno del sobredimensionamiento del parque eléctrico español se disparó violentamente. La curva de la demanda eléctrica del país en tiempo real es de alrededor de 40 GWh, y el parque eléctrico de generación ya cuenta con más de 100 GW de capacidad. Existen solicitudes de interconexión de nuevos proyectos renovables por más de 400 GW. Si se instala tal cantidad de potencia se estaría sobredimensionando 12 veces el parque de generación español con respecto a la demanda. La avalancha especulativa de nuevos proyectos renovables en España no reconocía en donde hacía falta instalar nueva capacidad, los proyectos se plantearon de forma caótica sin ninguna planeación. Las solicitudes acumuladas saturaron los nodos de las redes allí donde existen abundantes recursos eólico y solar. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia de España advirtió de ese problema, más aún -añadía la Comisión-, las peticiones de acceso incluso han llegado ya a sobrepasar los objetivos establecidos a diez años para la integración de las energías renovables del Plan Nacional de Energía y Clima 2021-2030. El reporte del Instituto de las Américas, no menciona que el CENACE y la SENER pretenden dar seguridad y confiabilidad a la red nacional de transmisión, poniendo orden en la integración de nuevos proyectos renovables, para evitar la burbuja especulativa que se generó en España y otros países europeos. Además, en estos momentos, en los que el país vive una fuerte pandemia, un apagón masivo sería desastroso para la población. Los nuevos proyectos de energías renovables tendrán que ir integrándose de forma gradual en los nodos en donde no exista congestión y no causen desequilibrios por las súbitas variaciones.