Pemex y CFE regresan a ser empresas del pueblo de México
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha anunciado la firma de una Reforma Energética histórica que busca transformar el sector energético en México, enfocándose en convertir a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Empresas Productivas del Estado.
Esta decisión es un paso crucial para revitalizar y fortalecer el papel estratégico de estas instituciones en la economía nacional. Con esta reforma, se busca garantizar que Pemex y la CFE no solo operen como empresas gubernamentales, sino que se conviertan en motores de desarrollo sustentable y de bienestar para la ciudadanía. La transformación de estas entidades permitirá optimizar su eficiencia operativa, aumentando su capacidad para generar ingresos y contribuir significativamente a las finanzas públicas del país. Esto es particularmente relevante dado el contexto actual, donde la inversión.
Además, la reforma incluye un énfasis en el fortalecimiento de los trenes. es de pasajeros, que se establece como una alternativa de transporte al alcance del pueblo mexicano. Al priorizar el desarrollo de este medio de transporte, la administración de Sheinbaum busca promover una movilidad más eficiente y sostenible, al mismo tiempo que fomente la economía local y la interconexión entre comunidades. Los trenes de pasajeros no solo facilitan el desplazamiento de las personas, sino que también ofrecen una opción accesible y ecológica, contribuyendo a la reducción del tránsito vehicular y, en consecuencia, a la disminución de la contaminación ambiental.
La firma de esta Reforma Energética no solo tiene implicaciones económicas y ambientales, sino que también representa un cambio paradigmático en la forma en la que el gobierno mexicano aborda la gestión de sus recursos naturales y servicios fundamentales. Claudia Sheinbaum Pardo, al frente de esta iniciativa, busca consolidar una visión de Estado que pone en el centro el bienestar de la población y la sostenibilidad del medio ambiente.
Con estas acciones, la presidenta reafirma su compromiso con una política energética que prioriza la soberanía nacional, el desarrollo integral y el servicio al pueblo. Esta reforma, al transformar a Pemex y la CFE en Empresas Productivas del Estado, podría redefinir el papel de las energías en México, inclinarse hacia un futuro menos dependiente de combustibles fósiles, y facilitar el acceso a energía eléctrica asequible y limpia. Así, Claudia Sheinbaum Pardo se posiciona como una líder que trabaja para un México más responsable y consciente de su impacto ambiental y social, dejando un legado de transformación hacia el bien común.
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