La contaminación es un mal que atañe al mundo entero; sin embargo, México está siendo afectado de gran manera y tres de sus destinos podrían desaparecer a consecuencia de ello, principalmente por la falta de atención y regulación de las autoridades.

De acuerdo con información del Gobierno federal, nuestro país posee una gran variedad de flora y fauna que se puede apreciar a lo largo y ancho de la República Mexicana. Asimismo, la Secretaría del Medio Ambiente señaló que México alberga cerca del 10% de las especies registrada en el mundo y ocupa el primer sitio en número de reptiles.

Desafortunadamente algunos de los tesoros naturales que existen en México se encuentran en peligro a consecuencia del turismo desmedido, intereses económicos y la extensión de la mancha urbana, como lo son el Parque Nacional Arrecife Alacranes, Yum Balam y el Lago Tláhuac-Xico.

Parque Nacional Arrecife Alacranes

El Parque Nacional Arrecife Alacranes constituye un Área Natural Protegida de vital importancia para nuestro país, ya que conforma la estructura coralina más grande del Golfo de México, así como el único arrecife descrito de Yucatán.

Sin embargo, a pesar de haber sido declarada Área Natural Protegida en 1994, los daños provocados por el hombre son muchos, por ejemplo, la pesca ilegal, exceso de turismo, la contaminación con aguas residuales y la presencia de especies invasoras como el pez león.

De acuerdo con diversas investigaciones, uno de los factores que han contribuido con el deterioro de la flora y la fauna tiene que ver con la falta de herramientas por parte de la sociedad y los gobernantes para garantizar la debida protección y cuidado de los hábitats.

Según el reporte elaborado por los investigadores Jonathan Maidens y Lauretta Burje, uno de los problemas más alarmantes es la pesca ilegal en la zona, ya que ningún tipo de pesca está permitida. Los recorridos de dichas embarcaciones coinciden con sitios donde “hay especies de interés comercial como el pepino de mar, la langosta y el caracol rosado”.

Cabe mencionar que los arrecifes albergan a miles de especies marinas, mismas que se encargan de mantener un equilibrio en los componentes y funcionamiento de los mares; sin mencionar que funcionan como barreras que protegen a diversas zonas de los fuertes oleajes provocados por las lluvias.

También funcionan como un filtro de limpieza para el océano, contribuyendo a que los seres vivos pueden subsistir en un espacio limpio, a pesar de los millones de residuos que a diario ingresan al mar.

El doctor en ciencias biológicas, Miguel Rivas, señala que “los arrecifes suelen recuperarse de manera favorable si se les reducen factores de estrés como el turismo descontrolado o la pesca no sustentable. Estamos a tiempo de rescatar estos sitios y su futuro”.

Yum Balam

La isla de Holbox es un destino cada vez más frecuentado. A menos de 200 kilómetros de la Riviera Maya y Cancún, se encuentra el secreto mejor guardado de la isla, conocido como Yulum Balam, un Área Natural Protegida de aguas color turquesa y arena blanca, llena de una gran variedad de ecosistemas costeros que son una poderosa arma para combatir el cambio climático.

De acuerdo con datos del Gobierno federal, la zona destaca por la “regulación climática, la conservación de los ciclos hidrológicos, la fijación de nitrógeno, la formación de suelo, la captura de carbono, el control de la erosión, la polinización, el control biológico de plagas y la degradación de desechos orgánicos”.

Desafortunadamente se enfrenta a una serie de conflictos muy similares a los del Parque Nacional antes mencionado, como la pesca ilegal y el turismo desmedido que genera una gran cantidad de basura y, por ende, contaminan los ecosistemas.

La Organización Fondo Mundial para la Naturaleza resalta que otra cuestión que provoca el deterioro de Yum Balam es que, debido al incremento de la mancha urbana cada vez hay más edificios y construcciones que invaden la reserva natural. Si se sigue dando prioridad al turismo, las especies y los beneficios que brinda este lugar para la naturaleza irán desapareciendo poco a poco.

Lago Tláhuac-Xico

Se ubica al sur de la Ciudad de México y se encuentra en coma, tras diversos años de destrucción humana, ya que cada vez el agua escasea más y la porción de tierra, guiada por la extracción desmedida, crece sin cesar.

Se ubica en una zona agrícola del sureste de la Ciudad de México, la laguna ocupaba 513 hectáreas; sin embargo, actualmente una parte es tierra y la otra se encuentra en la mitad del nivel que solía tener.

En tiempos prehispánicos representó uno de los sitios más importantes, hoy en día luce en total abandono y descuido. La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) apunta que el deterioro de este lago ha aumentado desde hace 10 años, principalmente por la apertura indiscriminada de pozos y el vertimiento de desechos.

Asimismo, menciona que ha existido una sobreexplotación y que las autoridades no le han dado el seguimiento adecuado. Una de las cosas que más preocupa es la migración de aves, pues año con año el lago recibe a pelícanos, patos, garzas y demás especies nativas como zambullidores y gallaretas.